¿Planeas un viaje al norte de España y te preguntas qué ver en Cantabria en 5 días? Has llegado al lugar adecuado. En esta guía encontrarás un itinerario completo con los mejores lugares que visitar, desde pueblos con encanto hasta playas doradas, pasando por valles verdes, montañas y rutas costeras que te harán enamorarte de esta tierra. Además, te daremos consejos prácticos para aprovechar al máximo tu estancia y descubrir una Cantabria auténtica, con su rica cultura, historia y gastronomía local.
Es cierto que en cinco días no podrás verlo todo, pero sí disfrutarás de una combinación perfecta entre naturaleza, mar y tradición. El verde intenso de sus montañas, el azul profundo del mar Cantábrico y el dorado de sus playas quedarán grabados en tu memoria, invitándote a volver una y otra vez.
Hemos diseñado una ruta en coche por Cantabria con paradas imprescindibles y sugerencias para que puedas adaptar el recorrido a tu ritmo. Nuestro objetivo es ayudarte a explorar lo mejor de Cantabria en 5 días, disfrutando de cada instante del viaje.
Y aquí va nuestro primer Consejo Glutendtrotter: la mejor forma de moverte por la región es con coche propio o de alquiler, para poder descubrir lugares escondidos fuera de las rutas más turísticas. Si te gustan los paisajes rurales, te recomendamos leer también nuestra ruta en coche por los Valles Pasiegos, un auténtico cuento verde entre montañas.
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Día 1: Santander, entre historia, mar y sabor cántabro
Comienza tu ruta de qué ver en Cantabria en 5 días en Santander, una ciudad elegante, luminosa y perfecta para explorar en una jornada. Aquí, donde el mar y la montaña se encuentran, cada paseo te descubre un rincón lleno de historia, cultura y paisajes inolvidables.
Empieza el día en el Faro de Cabo Mayor, un mirador espectacular rodeado de acantilados que ofrece una de las mejores panorámicas del mar Cantábrico. Desde allí, baja caminando hasta la cala de Mataleñas, una pequeña joya natural ideal para disfrutar del sonido de las olas y del aire salino.
Continúa hacia la famosa Playa del Sardinero, símbolo de la ciudad, con su fina arena dorada y su ambiente señorial. Muy cerca encontrarás cafeterías y restaurantes donde saborear la gastronomía cántabra con vistas al mar.
Después, adéntrate en la Península de la Magdalena, uno de los lugares más emblemáticos que ver en Santander. Aquí podrás visitar el Palacio de la Magdalena, antigua residencia veraniega de los reyes Alfonso XIII y Victoria Eugenia, y dar un paseo junto a su pequeño zoo marino y sus miradores frente a la isla de Mouro.
Sigue tu recorrido por Puertochico y el Paseo Marítimo, donde la bahía —considerada una de las más bellas de España— te acompañará con su luz cambiante y su ambiente marinero. Para vistas de postal, sube al Mirador del Río de la Pila, especialmente al atardecer.
Antes de despedirte de la ciudad, dedica un rato a su Casco Antiguo y a los museos locales, como el Centro Botín, el Museo de Prehistoria y Arqueología y el Marítimo del Cantábrico, tres espacios que combinan arte, historia y mar en perfecto equilibrio.
Santander es una ciudad ideal para recorrer a pie o en transporte turístico. Puedes apuntarte a un free tour por Santander o subir al autobús City Sightseeing, que conecta los principales puntos del Anillo Cultural. Una forma cómoda de aprovechar el tiempo en esta primera jornada de tu itinerario.
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Dónde comer sin gluten en Santander
¡No te vayas sin sumergirte en el delicioso mundo de nuestra gastronomía!
Te recomendamos vivir la experiencia completa: para el mediodía, dirígete al Barrio Pesquero y deleita tu paladar con un exquisito pescado fresco.
Cuando caiga la noche, únete a la vibrante energía del Casco Antiguo de Santander. Finaliza tu día en la animada Plaza de Cañadío, un lugar de encuentro favorito tanto para locales como visitantes. Será un recorrido gastronómico que no olvidarás.
No puedes marcharte sin saborear la esencia culinaria de la capital cántabra. Para el mediodía, acércate al Barrio Pesquero, donde encontrarás restaurantes tradicionales con pescado fresco y marisco recién traído del puerto.
Al caer la noche, elige el Casco Antiguo o la animada Plaza de Cañadío para tapear y disfrutar del ambiente local. Muchos locales ofrecen opciones sin gluten, por lo que podrás vivir un recorrido gastronómico completo y sin preocupaciones.
Santander te dejará con la sensación de haber descubierto un lugar único: elegante, vibrante y con el alma marinera que marca el inicio perfecto de tu aventura por Cantabria en 5 días.
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Día 2: Santillana del Mar y la Cueva de Altamira, tesoros históricos del norte de España
La segunda jornada de este itinerario de qué ver en Cantabria en 5 días nos lleva a Santillana del Mar, una parada imprescindible para los amantes de la historia, el arte y la arquitectura. Situada a tan solo 30 minutos de Santander, esta villa medieval de la costa occidental cántabra está considerada uno de los pueblos más bonitos de España, gracias a su conservación impecable y su atmósfera de otra época.
Conocida popularmente como la “villa de las tres mentiras” —porque ni es santa, ni llana, ni tiene mar—, Santillana del Mar enamora con sus calles empedradas, casonas solariegas y balcones floridos que parecen sacados de un cuadro.
El recorrido puede comenzar en el Museo Diocesano Regina Coeli, instalado en un antiguo convento de dominicos. Su colección de arte sacro y colonial es una auténtica joya que abre paso a un viaje por siglos de historia cántabra.
Al adentrarte en el casco histórico, cada esquina cuenta una historia: el Palacio de Peredo-Barreda, hoy espacio cultural; la Torre de los Velarde; y las numerosas casas montañesas con escudos nobiliarios que dan carácter a la villa. La plaza Abad Francisco Navarro es el corazón del pueblo, presidida por la majestuosa Colegiata de Santa Juliana, una de las obras maestras del románico cántabro.
Cerca encontrarás el Museo del Barquillero y el Museo Jesús Otero, que muestran la tradición y el arte local, así como el Museo de la Tortura, que aporta una mirada curiosa —y algo inquietante— al pasado judicial europeo. En contraste, el Convento de San Ildefonso, donde las monjas clarisas elaboran dulces tradicionales (con gluten), endulza la visita con un toque artesanal.
A solo tres kilómetros se halla la legendaria Cueva de Altamira, conocida como la “Capilla Sixtina del Arte Rupestre”. En el Museo de Altamira podrás recorrer la Neocueva, una réplica fiel de las pinturas originales que datan de hace más de 15.000 años. Si viajas en verano, reserva tus entradas con antelación, ya que las plazas suelen agotarse.
Si te apasiona la arqueología y el arte rupestre, no te pierdas nuestros artículos sobre otras cuevas que ver en Cantabria:
Antes de continuar la ruta, te recomendamos explorar los alrededores de Santillana del Mar: la Playa de Santa Justa, con su ermita encaramada al acantilado, o el impresionante Bolao de Cóbreces, donde un salto de agua se funde con el mar Cantábrico. Son paisajes que completan la experiencia entre historia, naturaleza y mar.
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Dónde comer sin gluten en Santillana del Mar
Los celíacos encontrarán en Santillana del Mar varias opciones seguras y deliciosas para disfrutar sin preocupaciones.
- Restaurante La Villa ofrece una carta basada en la cocina tradicional cántabra, con productos locales de primera calidad.
- Las Quintas, la confitería sin gluten por excelencia de Cantabria, es parada obligatoria para probar sobaos pasiegos, pasteles y tartas sin gluten, todos elaborados con mimo y sin riesgo de contaminación cruzada.
- Y recientemente, el Restaurante Conde se ha ganado un hueco entre los favoritos por sus sartenes de huevos fritos con jijas, morcilla o chorizo criollo. Su personal conoce bien la celiaquía y las medidas de seguridad necesarias.
Cada uno de estos locales refleja la diversidad gastronómica de Cantabria, adaptada para todos los viajeros que buscan disfrutar sin gluten y saborear lo mejor de esta tierra.
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Día 3: Comillas y San Vicente de la Barquera, dos imprescindibles que ver en Cantabria
Seguimos nuestro itinerario de qué ver en Cantabria en 5 días recorriendo la costa occidental, donde se esconden dos de los pueblos más bellos y emblemáticos de la región: Comillas y San Vicente de la Barquera. Aunque muchas guías recomiendan visitar ambos junto a Santillana del Mar en un solo día, nosotros preferimos disfrutar cada lugar con calma. Cantabria se saborea mejor sin prisas, dejando espacio para volver y seguir descubriendo.
Comillas
A unos 45 minutos de Santander, Comillas deslumbra con su historia, arquitectura y ambiente aristocrático. Este pueblo costero, que visitamos varias veces al año, combina el esplendor de la burguesía del siglo XIX con el alma de una villa marinera.
Sus calles, antaño escenario de los célebres “baños de ola”, guardan un sinfín de historias. Aquí cada rincón respira elegancia, desde las casonas solariegas hasta los palacetes modernistas.
Entre los imprescindibles destaca El Capricho de Gaudí, una joya arquitectónica cubierta de mosaicos de girasoles, reconocido incluso como Mejor Monumento del Mundo. No menos impresionantes son el Palacio y la Capilla de Sobrellano o la majestuosa Universidad Pontificia, que corona la villa con su imponente silueta.
Comillas invita a pasear sin rumbo por su centro histórico, descubriendo lugares llenos de magia como la Plaza de la Constitución o el Cementerio, custodiado por el icónico Ángel Exterminador. Para aprovechar al máximo tu visita, te recomendamos reservar una visita guiada por la villa y el Capricho de Gaudí: así evitarás colas y conocerás todos sus secretos.
Y si viajas en verano, no dejes pasar la oportunidad de darte un baño en la Playa de Comillas, un rincón perfecto para cerrar el día entre mar y arquitectura.
Si coincide con tu visita, vive las Fiestas del Cristo del Amparo, con procesiones marítimas, fuegos artificiales y mucho ambiente local. Son la mejor muestra del espíritu alegre y tradicional de esta villa cántabra.
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Dónde comer sin gluten en Comillas
Durante nuestra última visita, descubrimos por casualidad El Carel, un restaurante encantador en pleno centro histórico. Ofrecen opciones sin gluten, un trato excelente y una comida deliciosa a precios razonables. Las raciones son generosas, y el ambiente, acogedor: un lugar al que sin duda volveríamos.
San Vicente de la Barquera
Nuestra siguiente parada nos lleva hasta San Vicente de la Barquera, el punto más occidental de la ruta. Este pueblo marinero, incluido en todas las listas sobre qué ver en Cantabria en 5 días, combina patrimonio monumental, paisajes naturales y una rica tradición pesquera.
Ubicado en pleno Parque Natural de Oyambre, San Vicente es un auténtico paraíso ecológico formado por rías, acantilados, dunas, playas y praderas donde habita una variada fauna atlántica.
Su puerto pesquero sigue siendo el alma del pueblo, mientras que el turismo se ha convertido en su principal motor económico.
Entre los lugares que no puedes perderte están la Iglesia de Santa María de los Ángeles, con su mezcla de estilos y la estatua del Inquisidor Corro; el Santuario de la Barquera, donde reposa la patrona del municipio; el Castillo del Rey; el Palacio de los Corro, actual Ayuntamiento; el Convento de San Luis, la Muralla medieval y el Puente de la Maza, símbolo de la villa. También merece la pena acercarse al Faro Punta de la Silla, que alberga un pequeño museo artesanal y costumbrista.
Para vivir la esencia de San Vicente, nada mejor que visitarlo durante alguna de sus festividades. La Folía, declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional, se celebra después de Semana Santa y llena el puerto de emoción y tradición marinera. También destacan las Fiestas del Carmen en julio y La Barquera y El Mozucu en septiembre.
Como curiosidad, hay una leyenda en Cantabria sobre el Puente de la Maza: si pides un deseo y contienes la respiración mientras lo atraviesas en coche, se cumple. ¡Una razón más para venir!
Si quieres conocer a fondo su historia y curiosidades, te recomendamos reservar una visita guiada: descubrirás rincones y leyendas que solo los locales conocen.
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Dónde comer sin gluten en San Vicente de la Barquera
Aunque aún no lo hemos probado personalmente, nos han hablado maravillas de El Bodegón, un restaurante acogedor con opciones sin gluten y un trato excelente. No forma parte de ACECAN, pero su personal está muy sensibilizado con la celiaquía y cuida la contaminación cruzada.
Si lo visitas, no dejes de probar el Sorropotún, el guiso marinero más típico de la villa, elaborado con bonito del norte, patatas y pimientos. Un plato que sabe a Cantabria pura.
Día 4: Qué ver en Santoña, Laredo y Castro Urdiales, tres villas marineras imprescindibles
En esta cuarta jornada de qué ver en Cantabria en 5 días, cambiamos de rumbo para explorar la costa oriental, una zona marcada por el sabor del mar, la historia y los paisajes infinitos. Aunque visitar Santoña, Laredo y Castro Urdiales en un solo día puede parecer un reto, cada una tiene tanto encanto que cuesta elegir. Te animamos a seleccionar las que más te atraigan… o a dejar alguna pendiente para tu próxima escapada por Cantabria.
Castro Urdiales
Comenzamos por Castro Urdiales, la más oriental de las tres y una de las villas más pintorescas del norte de España. Fundada como Flavióbriga en época romana, conserva ese aire entre antiguo y costero que la hace irresistible.
El recorrido puede empezar en el Parque de Cotolino, desde donde un agradable paseo te llevará por el Paseo Marítimo hasta el Rompeolas, pasando por la Playa de Brazomar y el Chalet de Sutileza, exponente de la arquitectura montañesa. También destaca el Palacio-Castillo de Ocharán, con su mezcla neomudéjar y neogótica.
Al acercarte al Muelle de Don Luis, podrás disfrutar de la bahía, bañarte en sus tranquilas aguas o simplemente relajarte contemplando el mar Cantábrico. La ruta continúa hacia La Puebla Vieja, el casco histórico, repleto de bares y casas con sabor marinero.
Entre los imprescindibles, no te pierdas la Iglesia de Santa María de la Asunción, joya del gótico cántabro; la Casa de los Chelines y la Ermita de Santa Ana, unida al Castillo-Faro por un pintoresco puente medieval. Para los más curiosos, el yacimiento romano de Flavióbriga y la Cueva de la Peña del Cuco, con grabados rupestres, completan una visita de lo más completa.

Consejo Glutendtrotter
Reserva unavisita guiada por Castro Urdiales para aprovechar tu tiempo al máximo y conocer sus secretos sin preocuparte por las colas.
Castro Urdiales vibra especialmente en sus festividades. En Semana Santa, se celebra la famosa Pasión Viviente, declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional, mientras que en verano brilla el colorido desfile del Coso Blanco. Ambas muestran el alma alegre y participativa de esta villa marinera.
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Dónde comer sin gluten en Castro Urdiales
En nuestra última visita, tuvimos un golpe de suerte. Al no encontrar abiertos los restaurantes que teníamos en mente, descubrimos el Bar Quinto Pino, un local tradicional y acogedor con un trato excelente. Allí disfrutamos de varias raciones sin gluten a precios muy razonables. No pueden garantizar la ausencia total de contaminación cruzada, pero si buscas un sitio auténtico y local, merece una visita.
Laredo
Continuamos nuestro recorrido por la costa oriental de Cantabria en Laredo, un municipio que combina mar, historia y naturaleza como pocos. Su nombre deriva de glaretum, en alusión a su entorno arenoso, y no es casual: con más de 8 kilómetros de costa, sus playas son un auténtico espectáculo.
Desde la tranquila Playa del Regatón, junto a la ría de Treto, hasta la extensa Playa Salvé, premiada con la “Q” de calidad turística, Laredo es el paraíso de los paseos junto al mar. Una experiencia inolvidable es hacer un paseo en barco por su bahía, con vistas al Faro del Caballo y a las dunas que abrazan el Cantábrico.
La villa se divide en tres zonas: La Puebla Vieja y el Arrabal, declaradas Conjunto Histórico-Artístico; el Ensanche, moderno y animado; y El Puntal, la parte más turística y costera.
En el casco histórico, las callejuelas empedradas esconden joyas como la Casa de la familia Mar, la Casa de la Marquesa de Arcentales y, sobre todo, la Iglesia de Santa María de la Asunción, con su magnífico retablo flamenco.
No te pierdas la Batalla de Flores, el último viernes de agosto, con su desfile de carrozas cubiertas de pétalos, ni el Desembarco de Carlos V en septiembre, una recreación histórica que atrae a miles de visitantes.
Dónde comer sin gluten en Laredo
En el corazón de la Puebla Vieja se encuentra El Faro, un restaurante con una atención excelente y opciones seguras para celíacos. Su carta incluye arroces, rabas, pescados a la plancha y hamburguesas sin gluten, siempre servidos con pan envasado individualmente y todas las precauciones necesarias. Puedes reservar mesa desde su web, algo muy recomendable en temporada alta.
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Santoña
Cerramos este día en Santoña, una de las joyas del litoral cántabro y una parada imprescindible en cualquier guía de qué ver en Cantabria en 5 días. Esta villa marinera combina mar, historia y naturaleza con un encanto difícil de igualar.
Su rincón más famoso es el Faro del Caballo, al que se accede descendiendo más de 760 escalones entre acantilados y vegetación. El esfuerzo vale la pena: las vistas del mar Cantábrico desde abajo son espectaculares. En verano, lo ideal es realizar la ruta temprano o, mejor aún, disfrutar de un paseo en barco por la Bahía de Santoña, que llega directamente al faro.
La Playa de Berria, amplia y serena, es perfecta para relajarte o darte un baño. Desde el Pasaje y el mirador del puerto, en forma de barco, se obtienen las mejores vistas de las marismas, el puerto pesquero y la bahía.
Santoña también tiene una rica herencia militar. Todavía se conservan las fortificaciones napoleónicas del Fuerte San Martín, San Carlos y El Mazo, todas con panorámicas excepcionales. Si te apasiona la naturaleza, no dejes de visitar el Parque Natural de las Marismas de Santoña, Victoria y Joyel, el humedal más grande del norte de España, ideal para el avistamiento de aves.
Y si te gusta la fiesta, apunta en el calendario el Carnaval de Santoña, reconocido como Fiesta de Interés Turístico Nacional, una explosión de color, humor y tradición marinera.
Dónde comer sin gluten en Santoña
Santoña es sinónimo de anchoas, y conocer su proceso de elaboración es una experiencia única. Te recomendamos visitar una conservera local, donde podrás ver de cerca cómo se preparan estas delicias sin gluten. Y, por supuesto, no te marches sin llevarte un buen surtido de anchoas de Santoña: un recuerdo delicioso de tu paso por esta villa marinera.
Día 5: Cabárceno y Liérganes, naturaleza y encanto en el corazón de Cantabria
Llegamos al último día de nuestra ruta de qué ver en Cantabria en 5 días, y no se nos ocurre un final mejor que combinar la naturaleza salvaje de Cabárceno con el encanto histórico de Liérganes. Dos lugares muy diferentes, pero igualmente mágicos, que conquistan tanto a los adultos como a los más pequeños.
Cabárceno
A tan solo 20 minutos de Santander, el Parque de la Naturaleza de Cabárceno te sumerge en un paisaje espectacular formado sobre una antigua mina de hierro. Este espacio, considerado una especie de Arca de Noé moderna, alberga animales de los cinco continentes en grandes recintos donde viven en semilibertad.
Más de 120 especies y 5.000 árboles y arbustos autóctonos dan forma a un entorno que combina conservación, educación y belleza natural. El parque puede recorrerse en coche o en autobús, y requiere al menos tres horas para disfrutarlo con calma. No te pierdas las exhibiciones de aves rapaces y leones marinos, especialmente si viajas con niños: son todo un espectáculo.
Otra de las joyas de Cabárceno es su teleférico, con dos líneas que ofrecen una vista aérea inolvidable del parque y sus paisajes kársticos. Eso sí, si viajas en verano, compra las entradas con antelación para evitar colas y aprovechar al máximo la visita.
Dónde comer sin gluten en Cabárceno
En nuestras visitas preferimos llevar un picnic sin gluten y disfrutarlo al aire libre: Cabárceno cuenta con numerosas áreas equipadas con mesas, bancos y zonas infantiles junto a los recintos de los animales.
Si prefieres comer fuera del parque, cerca encontrarás dos buenas opciones:
- La Loma del Chonuco y
- La Cagigona, ambos en La Concha, a pocos minutos en coche.
Ambos ofrecen platos sin gluten (incluso postres) y disponen de terraza al aire libre, perfecta para los días más soleados.
Liérganes
Muy cerca de Cabárceno, entre montañas y praderas del valle del Miera, se encuentra Liérganes, reconocido como uno de los pueblos más bonitos de España. Este rincón de la comarca de Trasmiera combina tradición, historia y leyenda, siendo el cierre perfecto de cualquier guía sobre qué ver en Cantabria en 5 días.
El pueblo es famoso por la leyenda del Hombre Pez, un relato que cobra vida junto al Puente Mayor del siglo XVI y la estatua del protagonista, situada junto al río. En el Centro de Interpretación del Hombre Pez, podrás conocer la historia y los orígenes de este mito tan querido por los cántabros.
Pasear por el casco histórico, declarado conjunto de interés histórico-artístico en 1978, es como viajar al pasado. Las casas de piedra con balcones de madera, el Barrio del Mercadillo, la Casa de los Cañones o el Palacio Cuesta Mercadillo muestran la riqueza arquitectónica de los siglos XVII y XVIII, cuando Liérganes prosperaba gracias a su fábrica de artillería.
No te pierdas el Ecomuseo Fluviarium, que muestra la fauna y tradiciones del entorno fluvial, ni las iglesias de San Pantaleón y San Pedro Advíncula, auténticos referentes del patrimonio religioso local.
Y si te apetece un descanso, el histórico Balneario de Liérganes, conocido desde el siglo XIX por sus aguas termales, ofrece un entorno relajante con vistas al monte Cotillamón.
Para conocer el pueblo a fondo, te recomendamos una ruta guiada por Liérganes, donde descubrirás su historia, leyendas y curiosidades de la mano de guías locales.
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Dónde comer sin gluten en Liérganes
Liérganes sorprende no solo por su historia, sino también por su oferta gastronómica y artesanal. Aquí se elabora una de las cervezas más famosas de Cantabria: la Dougall’s, producida por el cervecero inglés Andrew Thomas Dougall, con versiones sin gluten que no puedes dejar de probar.
Si te apasiona la comida mexicana, tienes dos restaurantes muy recomendables:
- El Bigote Mexicano
- La Cantina
Ambos destacan por su ambiente acogedor y sus platos tradicionales con opciones sin gluten. Aunque no forman parte de ACECAN y no pueden garantizar ausencia total de contaminación cruzada, muchos de sus platos son naturalmente aptos y su personal está bien informado.
Final del itinerario: cinco días descubriendo la esencia de Cantabria
¿Qué te ha parecido nuestra guía sobre qué ver en Cantabria en 5 días?
Esperamos haberte inspirado para recorrer esta tierra de montañas, mar y pueblos con encanto, siguiendo nuestro itinerario o creando el tuyo propio.
Cantabria es infinita, diversa y sorprendente. Cada viaje revela algo nuevo: una playa escondida, un valle verde o un rincón gastronómico que conquista el corazón. Y esa es, quizá, su mayor magia: siempre invita a volver.
Nos encantará conocer tus propias experiencias, tus rincones favoritos y tus consejos para otros viajeros.
Así que, ¿a qué esperas? Prepara tu próxima escapada y sumérgete en la aventura de Cantabria. ¡Te aseguramos que será una experiencia inolvidable!
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Preguntas Frecuentes (FAQ)
Es una pregunta difícil de contestar porque hay muchos sitios que merecen la pena visitar. Pero nuestros imprescindibles serían: Santander, Potes, Santillana del Mar y Comillas. Si dispones de más tiempo, agrega Liérganes y San Vicente de la Barquera.
Como mínimo son tres días, así podrás ver Santander y un par de pueblos cercanos, como Santillana del Mar y Comillas. Idealmente serían cinco días, no te voy a contar qué ver porque lo tienes en este post. Te recomendamos su lectura.
Los pueblos que no puedes perderte son: Santillana del Mar, Comillas, Liérganes, Bárcena Mayor, Potes, Mogrovejo, San Vicente de la Barquera, Ramales de la Victoria, Vega de Pas, entre otros. En Cantabria hay un montón de pueblos bonitos por descubrir.