¿Qué visitar en Santander en 1 día? Aunque un solo día puede parecer poco para disfrutar de esta joya del norte de España, con un buen itinerario es posible recorrer sus rincones más emblemáticos. En esta guía te enseño los 10 lugares imprescindibles que ver en Santander en un día: desde playas espectaculares hasta el encanto de su casco histórico y su deliciosa gastronomía.
Bañada por el mar Cantábrico, Santander combina la elegancia señorial con un aire moderno. El azul del mar y el verde de las montañas acompañan cada paseo por la ciudad, que no es solo un destino de sol y playa, sino también de cultura, historia y ambiente local.
Como enamorada de Santander, te aseguro que sus playas son de las más bonitas de España (las primeras aún me faltan por descubrir). Esta selección de 10 lugares resume lo mejor de la ciudad en un recorrido fácil de hacer caminando, aunque también puedes hacerlo en transporte público o en el autobús turístico City Sightseeing.
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1. Faro de Cabo Mayor
El Faro de Cabo Mayor es uno de los grandes guardianes de la costa de Cantabria. Inaugurado en 1839, se alza majestuoso sobre imponentes acantilados que regalan vistas de vértigo, dignas de su otro nombre: Faro de Bellavista.
Este icono santanderino es el punto de partida de dos paseos inolvidables: hacia la Costa Quebrada en dirección a Liencres, con su paisaje salvaje de acantilados y formaciones rocosas únicas, y hacia Mataleñas y el Sardinero, una ruta más urbana que combina naturaleza y elegancia junto al mar. En esta ocasión nos centraremos en el recorrido hacia el Sardinero, pero si tienes ocasión, no dejes de explorar la senda de Costa Quebrada: sus panorámicas son realmente espectaculares.
Con sus 91 metros sobre el nivel del mar, el faro no solo guía a navegantes, sino que también se ha convertido en un espacio cultural: alberga exposiciones de obras y objetos vinculados al mundo de los faros, incluida la colección del artista Eduardo Sanz.
Subir hasta este privilegiado balcón frente a la bahía de Santander es un regalo para los sentidos: la brisa marina, el olor a sal, la inmensidad del Cantábrico y unas fotografías que parecen postales, especialmente si lo visitas al amanecer.
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2. Mataleñas
Descendiendo desde el Faro de Cabo Mayor por los acantilados llegamos a la Playa de Mataleñas, una cala escondida que muchos consideran la más bonita de Santander. Su entorno natural, resguardado entre acantilados, la convierte en un lugar perfecto para escapar del bullicio y disfrutar de un rincón más tranquilo, lejos de las rutas turísticas habituales.
La Senda de Mataleñas bordea el campo de golf del mismo nombre y conduce hasta la zona de Feygón, donde comienza el famoso Sardinero. Es un paseo fácil y muy agradable, con vistas constantes al Cantábrico y rincones ideales para detenerse y contemplar el paisaje.
Si aún no has desayunado, aquí tienes la excusa perfecta: en las inmediaciones encontrarás lugares muy conocidos en Santander, como el Hotel Chiqui, el bar Corona o la cafetería El Parque. Desde las terrazas de cualquiera de ellos podrás saborear un buen café mientras disfrutas de una panorámica inigualable de la Segunda Playa del Sardinero.
3. El Sardinero
Si te preguntas qué visitar en Santander en 1 día, la respuesta es clara: el Sardinero es una parada imprescindible. Nada más llegar, las enormes letras de “Santander” te dan la bienvenida a la zona más turística de la ciudad. Como dice la canción de Los Carabelas, «Un verano en el Sardinero no hay igual en el mundo entero», y no puedo estar más de acuerdo. Yo también me declaro completamente enamorada de este rincón único del norte de España. Te recomendamos hacer el free tour por el Sardinero y el Palacio de la Magdalena.
El Sardinero es la playa más extensa de la capital cántabra, dividida en dos tramos: la Primera y la Segunda Playa, separadas por los Jardines de Piquío, un mirador perfecto para tomar algunas de las fotos más bonitas de tu viaje. Con la marea baja, ambas playas se unen formando un arenal continuo de arena dorada, ideal para pasear descalzo mientras las olas acarician tus pies.
Durante el recorrido no solo disfrutarás del paisaje marino, también podrás admirar edificios emblemáticos como el Gran Hotel Sardinero y el histórico Gran Casino de Santander, que reflejan el esplendor de esta zona desde principios del siglo XX.
El ambiente aquí siempre es animado: nada mejor que hacer una pausa para probar unas típicas rabas en alguno de los bares cercanos y recuperar energía antes de seguir hacia el Palacio de la Magdalena, que se encuentra a un agradable paseo de distancia. Por el camino pasarás por las playas de La Concha y El Camello, menos concurridas pero igualmente encantadoras.
Un secreto que pocos turistas conocen es el antiguo túnel del tren de Pombo, reabierto en 2022 como paso peatonal. Desde la parte trasera del Hotel Santemar, muy cerca del Casino, en apenas 300 metros llegarás a la Calle Tetuán.
En su interior encontrarás una exposición fotográfica con datos históricos y restos originales como bajorrelieves con las siglas TSV (Tranvía a Vapor del Sardinero), antiguos apeaderos y apartaderos. Una ruta fresca, curiosa y perfecta para recorrer andando o en bici, que además te permite regresar al centro de forma rápida y diferente.
4. Palacio de La Magdalena
Entre los lugares más emblemáticos qué visitar en Santander en 1 día, destaca el Palacio de la Magdalena, un icono de la ciudad que enamora tanto a grandes como a pequeños. Construido a principios del siglo XX como residencia de verano del rey Alfonso XIII, su emplazamiento privilegiado, rodeado de jardines y con vistas espectaculares a la bahía, lo convierten en un escenario digno de la realeza.
Desde 1977 es propiedad del Ayuntamiento de Santander y en 1982 fue declarado monumento histórico-artístico. Hoy en día, además de poder recorrer sus exteriores y la península donde se asienta, es posible visitar su interior con guías especializados, que muestran algunas de las estancias más representativas. Eso sí, conviene revisar los horarios con antelación, ya que en verano alberga los cursos de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, así como congresos y eventos, lo que restringe el acceso en ciertas fechas.
Para los más pequeños, la diversión está asegurada con el famoso Magdaleno, un trenecillo que recorre toda la península y permite contemplar los acantilados y los rincones más bellos del entorno de una manera cómoda y entretenida. Además, en los alrededores se encuentra un pequeño zoo de animales marinos y el curioso Museo del Hombre y la Mar, que exhibe embarcaciones y objetos vinculados a la navegación.
Visitar el Palacio de la Magdalena es sumergirse en la historia de Santander y disfrutar de uno de los paisajes más bellos de la costa cántabra.
El Museo del Hombre y la Mar recuerda la hazaña del santanderino Vital Alsar, que cruzó el Atlántico en tres galeones. Conocido como Muelle de las Carabelas, junto al zoo marítimo también se expone la réplica de la balsa con la que atravesó el Pacífico en 1970.
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5. Puertochico y Paseo Marítimo
Después de tanta caminata, llega el momento perfecto para hacer una parada en Puertochico, una de las zonas con más vida de la ciudad. Aquí encontrarás algunos de los restaurantes más famosos de Santander, ideales para degustar pescado fresco, marisco o unas clásicas rabas frente al mar. Eso sí, ten en cuenta que los precios suelen subir cuanto más cerca estés del paseo marítimo, aunque la experiencia —y las vistas— merecen la pena.
Desde la Duna Zaera hasta el Centro Botín se extiende el Paseo Marítimo, considerado uno de los más bellos del mundo gracias a la espectacular bahía que lo enmarca. Puedes recorrerlo caminando o, si buscas una experiencia diferente, embarcarte en un paseo en barco por la bahía, donde descubrirás desde el agua los rincones más icónicos que ver en Santander mientras disfrutas de la brisa marina.
La Duna Zaera, levantada para el Mundial de Vela de 2014, es hoy un palco privilegiado con gradas para relajarse mirando hacia El Puntal, esa lengua de arena que se alarga justo enfrente. A lo largo del paseo irás encontrando símbolos de la ciudad como el Palacio de Festivales, el Real Club Marítimo, las esculturas de Los Raqueros, el Palacete del Embarcadero, la sede central del Banco Santander y la imponente Grúa de Piedra.
Los raqueros eran niños pobres que en los siglos XIX y XX merodeaban por el Muelle de Calderón, lanzándose al mar para recoger las monedas que les tiraban marineros y turistas. Con el tiempo, el término adquirió un matiz despectivo.
El Palacete del Embarcadero, inaugurado en 1932, ha tenido múltiples usos a lo largo de su historia y hoy funciona como centro cultural con exposiciones y conferencias. La Grúa de Piedra, por su parte, es un vestigio del patrimonio industrial de Cantabria: con 20 metros de altura y capacidad para levantar hasta 30 toneladas, estuvo en funcionamiento hasta 1990. Desde entonces se ha convertido en un lugar de encuentro y una de las estampas más queridas por los santanderinos.
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6. Centro Botín
Entre la Grúa de Piedra y los Jardines de Pereda se levanta el Centro Botín, el edificio más vanguardista de Santander. Diseñado por el arquitecto Renzo Piano e inaugurado en 2017, está dedicado al arte moderno, la creatividad y la cultura.
En su interior acoge exposiciones temporales de artistas nacionales e internacionales, además de actividades como conciertos, talleres o cine de verano. La entrada cuesta 8 € y abre de martes a domingo, de 10 a 21 h. No esperes colas y saca tus entradas online.
Aunque no dispongas de mucho tiempo, merece la pena subir gratis por su escalera exterior: las vistas a la bahía de Santander son espectaculares. Más que un museo, el Centro Botín se ha convertido en un auténtico icono y punto de encuentro en pleno corazón de la ciudad.
7. Paseo por la bahía
Entre las experiencias más recomendables qué visitar en Santander en 1 día está sin duda un paseo en barco con Los Reginas, las emblemáticas embarcaciones que surcan la bahía desde hace décadas. Justo al lado del Palacete del Embarcadero encontrarás sus taquillas, donde podrás comprar los billetes para disfrutar de un recorrido inolvidable por una de las bahías más bonitas del mundo.
Durante los meses de verano ofrecen varios trayectos, todos con salida desde el Muelle de Calderón:
- Visita turística por toda la bahía (1 hora)
- Biodiversidad en la isla de Mouro y visión del mundo marino (1 h 10 min)
- Excursión por el río Cubas (1 h 45 min)
Además, entre mayo y septiembre, cada 30 minutos zarpan lanchas hacia El Puntal, una extensa lengua de arena perfecta para pasar el día en familia. Desde allí podrás disfrutar de una perspectiva única de la bahía de Santander y caminar sus casi 4 kilómetros hasta Loredo, un plan ideal para desconectar y practicar grounding, como recomienda nuestra querida Dra. Belaustegui.
El trayecto en barco dura unos 10 minutos y cuesta 5 € ida y vuelta. Ten en cuenta que la última salida varía según el mes: en mayo y septiembre es a las 19:15 h, y en junio, julio y agosto, a las 20:00 h.
Eso sí, asegúrate de coger el barco correcto, ya que estas lanchas también llegan a Somo y Pedreña, dos pueblos marineros muy populares por su excelente gastronomía.
8. Mirador del Río de la Pila
¿Te vas a perder el mirador más bonito de Santander? ¡Y además es gratis!
En pleno centro de la ciudad, el funicular del Río de la Pila te lleva sin esfuerzo hasta una de las vistas más espectaculares de Santander. Inaugurado en 2008, este moderno ascensor urbano conecta la animada zona de bares y restaurantes con la parte alta, donde podrás disfrutar de una panorámica que abarca los tejados de la ciudad y, al fondo, Peña Cabarga.
El funicular funciona todos los días del año, desde las 6:00 de la mañana hasta las 12:00 de la noche, y realiza tres paradas en un trayecto de apenas tres minutos. Desde la última, tendrás ante ti una vista privilegiada de la bahía y del perfil urbano de Santander, perfecta para tus fotos.
La zona del Río de la Pila, junto con la Plaza de Cañadío, es uno de los epicentros del ambiente santanderino, tanto de día como de noche. Aquí encontrarás infinidad de bares, tascas y pubs donde disfrutar del tapeo, las rabas y ese carácter alegre tan típico del norte.
9. Casco Antiguo
Entre los lugares imprescindibles qué visitar en Santander en 1 día, el centro de la ciudad guarda más historia de la que parece a simple vista. Aunque hoy todo luce moderno, un devastador incendio en 1941 destruyó gran parte del casco antiguo, coincidiendo con la antigua zona amurallada del siglo XII. Aquel fuego arrasó incluso la Catedral, borrando para siempre la llamada Puebla Vieja.
Conocido como el “incendio andaluz” por comenzar en la calle Cádiz y terminar en la calle Sevilla, este fuego, avivado por el viento sur, se convirtió en una de las mayores tragedias que ha vivido Santander.
Aun así, el corazón de Santander conserva rincones con mucho encanto. Entre los más destacados están el Ayuntamiento, la Catedral de Nuestra Señora de la Asunción —que puede visitarse incluso hasta su campanario—, el Mercado de la Esperanza, que sigue siendo el mercado de abastos más tradicional, y la Plaza Porticada, donde todavía se pueden ver restos de las antiguas murallas medievales.
No te pierdas tampoco la Plaza del Príncipe, con su refugio antiaéreo de la Guerra Civil abierto al público, ni el Mercado del Este, hoy convertido en un animado centro de ocio ideal para los días de lluvia.
Puedes recorrer libremente las calles más emblemáticas —como la calle del Medio, la Arrabal, el Paseo Pereda o Hernán Cortés— o apuntarte a alguno de los tours organizados por la Oficina Municipal de Turismo. También hay excelentes free tours con los que conocer los secretos y curiosidades de Santander sin perderte ningún detalle.
Los puntos más importantes del centro de Santander son el Ayuntamiento; la Catedral, hay un tour que nos adentra hasta el campanario; el Mercado de la Esperanza, mercado tradicional de abastos que sigue dando servicio regular; la Plaza Porticada, donde se encuentran los restos de los murallas medievales; la Plaza del Príncipe, con un refugio antiaéreo de la Guerra Civil abierto al público y el Mercado del Este, actualmente centro de ocio y alterne sobretodo en días en los que la lluvia no nos permite pasear.
Puedes perderte por las calles más emblemáticas (la calle del Medio, la Arrabal, el Paseo Pereda o Hernán Cortés) a tu libre albedrío o puedes contratar uno de los múltiples tour que ofrece la Oficina Municipal de Turismo durante todo el año.
Además existen Free Tour con los que conocer todo el encanto y curiosidades sin perderte un sólo detalle.
10. Catedral
La Catedral de Nuestra Señora de la Asunción es uno de los monumentos más emblemáticos de Santander. Construida entre finales del siglo XII y el XIV, ha sido restaurada y ampliada en varias ocasiones a lo largo de su historia. De estilo gótico, destaca por su sobriedad y elegancia, y está abierta al público para su visita.
En su interior podrás recorrer el claustro gótico, uno de los espacios más bellos del templo, y visitar el sepulcro del escritor santanderino Marcelino Menéndez Pelayo. Muy cerca se encuentra la iglesia del Santísimo Cristo, considerada la más antigua de la ciudad. También de estilo gótico, es un lugar realmente especial: bajo su suelo acristalado se conservan yacimientos romanos, y sus gruesas columnas con relieves vegetales crean una atmósfera única y sobrecogedora.
El horario de visita es de lunes a sábado, de 10:00 a 13:00 h y de 16:30 a 19:00 h, mientras que los domingos permanece abierta hasta las 21:00 h.
Más lugares que visitar en Santander
Este recorrido por los 10 lugares imprescindibles qué visitar en Santander en 1 día llega a su fin, pero la ciudad guarda muchos más tesoros por descubrir. Un solo día no basta para disfrutar de todo lo que ofrece esta villa marinera, elegante y acogedora.
Aunque en esta guía no hemos incluido los museos, no puedo dejar de mencionar dos que merecen una visita aparte: el Museo de Prehistoria y Arqueología de Cantabria, junto al Mercado del Este, y el Museo Marítimo del Cantábrico.
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El primero, declarado Bien de Interés Cultural, alberga más de 2.000 m² de exposición con restos de las grandes cuevas cántabras, como Altamira, El Castillo o La Garma, auténticas joyas del arte rupestre europeo. Además, organiza talleres y actividades familiares para acercar a los más pequeños al fascinante mundo del Paleolítico.
El Museo Marítimo del Cantábrico, por su parte, rinde homenaje a la vida en el mar. Sus 3.000 m² de exposición incluyen acuarios, piezas históricas y un impresionante esqueleto de ballena de más de 20 metros. También conserva curiosidades únicas, como una sardina con dos cabezas, y una reconstrucción del camarote del buque Machichaco, protagonista de una de las tragedias más recordadas de Santander.
Conclusión
Santander es una ciudad marcada por su historia —por el Gran Incendio de 1941 y la explosión del vapor Cabo Machichaco—, pero también por su capacidad para renacer y seguir brillando junto al mar. Ni siquiera la lluvia logra restarle encanto a esta joya del norte.
Espero haberte contagiado un poco de mi amor por mi tierruca y que esta guía te inspire a vivir tu propia experiencia en la ciudad. Si ya la conoces, cuéntame en los comentarios qué rincón te conquistó; y si aún no has estado, guarda este post y empieza a planear tu escapada.
Y recuerda, en Glutendtrotters siempre pensamos también en quienes viajáis sin gluten. No dejes de leer nuestras recomendaciones gastronómicas por toda Cantabria y disfruta de sus sabores con total tranquilidad.
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Si te has quedado con ganas de más, te invito a descubrir nuestro post 20 planes perfectos para conocer Cantabria, con propuestas para seguir explorando esta tierra maravillosa que tanto nos enamora.
¡Nos vemos en la próxima aventura, Glutendtrotters!
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Preguntas Frecuentes (FAQ)
Hay muchos lugares que ver en Santander. Te recomendamos pasear por el Paseo Marítimo y la Reina Victoria, disfrutar de la playa del Sardinero y del Palacio de la Magdalena, probar unas rabas en La Cañía, tomar un café en el Café Pombo, recorrer el Mercado de la Esperanza y cruzar el túnel de Tetuán.
Sí, Santander merece la pena. La ciudad cuenta con 13 playas, siendo El Sardinero la más famosa, y con el emblemático Palacio de la Magdalena, rodeado de jardines y zonas familiares. Su gastronomía es otro de sus grandes atractivos: no dejes de probar las rabas, las anchoas de Santoña, los quesos de Tresviso, el cocido montañés o lebaniego, y de postre los sobaos y la quesada pasiega (también con opciones sin gluten). Además, es fácil de recorrer a pie y dispone de una buena red de autobuses.
Decir Santander es decir Cantabria. Lo más típico son las rabas, aperitivo muy habitual entre los santanderinos a la hora del vermú. También las anchoas con pimientos, el cocido montañés, el cocido lebaniego, y como no una buena mariscada en el Barrio Pesquero.
No sólo se puede caminar por Santander, de hecho es la mejor manera de conocer nuestra bella ciudad. Santander no es una gran ciudad y se puede ir de una punta a otra andando. Te recomendamos pasear por el paseo marítimo desde el Centro Botín hasta Puerto Chico, y luego hacer todo el Paseo de la Reina Victoria. También te recomendamos pasear por toda la zona de El Sardinero, disfrutando de la brisa del mar y del ambiente que hay en verano.