Qué ver en Logroño: mucho más que vino y gastronomía sin gluten

Si eres amante del buen vino, la buena vida y la comida sin gluten, Logroño merece un lugar destacado en tu lista de destinos imprescindibles. Qué ver en Logroño es una guía completa que te permitirá recorrer sus principales puntos de interés en un día pero te recomendamos que extiendas tu visita un poco más, si es posible, para saborear su famosa gastronomía y disfrutar de sus exquisitos caldos con calma.

Más allá de ser la capital mundial del vino, Logroño tiene mucho que ofrecer: un encantador casco histórico peatonal, el caudaloso río Ebro cruzando la ciudad, y su papel como parada clave del Camino de Santiago Francés. Además, sus parques bien cuidados y su vibrante vida cultural convierten a esta ciudad en un destino imprescindible en España.

Te proponemos un recorrido sin gluten para que vivas el auténtico ambiente de Logroño. Disfruta del animado “tardeo” con un vermú prolongado o de su vida nocturna en calles tan emblemáticas como Laurel. Si viajas desde Cantabria, llegarás fácilmente en coche, y si no dispones de uno, siempre puedes alquilarlo. Además, desde cualquier punto de España, puedes aprovechar las cómodas conexiones en avión, tren o autobús, que te llevarán directo al corazón de La Rioja.

En esta guía completa sobre qué ver en Logroño, te mostramos cómo aprovechar al máximo tu visita. 

1. Muralla del Revellín

Tomamos como punto de  partida en nuestro recorrido la muralla medieval y alrededores.

Entre los vestigios más destacados de la antigua muralla medieval que protegía la ciudad se encuentran el Cubo del Revellín, una robusta fortificación construida entre 1522 y 1524, y la Puerta del Revellín, la única entrada original que aún se conserva en pie. Este tramo, uno de los mejor preservados, es un auténtico testimonio del pasado defensivo de Logroño.

Justo frente a la muralla se erige el Monumento a la Valvanerada, un emotivo tributo a quienes participan en la marcha nocturna de 63,2 kilómetros que une Logroño con el Monasterio de Valvanera, uno de los destinos más simbólicos de La Rioja.

2. Parlamento de La Rioja

A tan solo unos pasos de la Muralla del Revellín, en la calle Marqués de San Nicolás, se alza el Parlamento de La Rioja. Este edificio, que en su día fue el antiguo Convento de la Merced, aún conserva su imponente portada barroca del siglo XVII. Durante siglos, fue hogar de la orden mercedaria hasta la desamortización de Mendizábal en 1835, cuando su uso cambió por completo. Más tarde, el espacio acogió una fábrica de tabaco, y hoy en día, su antiguo claustro se ha transformado en un elegante salón de plenos.

3. Calle Portales

Al cruzar la Puerta del Revellín, te encontrarás con la Calle Portales, uno de los rincones más encantadores que ver en Logroño. Esta emblemática vía, que atraviesa el corazón del casco histórico, recibe su nombre por los soportales que cubren gran parte de su acera sur.

Además de ser el eje comercial por excelencia de la ciudad, la Calle Portales ofrece un sinfín de terrazas donde puedes sentarte a disfrutar de una bebida mientras observas el ir y venir de los locales, sumergiéndote en el ambiente vibrante y cotidiano de Logroño.

4. Concatedral de Santa María de la Redonda

Al final de la Calle Portales, llegarás a la hermosa Plaza del Mercado, donde se encuentra ubicada la Concatedral de Santa María de la Redonda, uno de los imprescindibles que visitar en Logroño.

Su nombre proviene de una iglesia románica del siglo IX con planta redonda que ocupó este lugar en sus orígenes. Sin embargo, la estructura actual se levantó entre los siglos XVI y XVIII, destacando por sus impresionantes torres barrocas, conocidas como las «torres gemelas». Curiosamente, una es dos metros más alta que la otra, aunque ambas son verdaderos símbolos de la arquitectura clásica riojana. Estas torres tomaron inspiración de la iglesia de Santo Tomás en Haro, y su estilo también se refleja en otras localidades como Santo Domingo de la Calzada o Briones.

El interior de la concatedral también merece una visita. Allí podrás admirar el Retablo Mayor, la Capilla de Nuestra Señora de la Paz, y, sobre todo, una joya única: una pequeña pintura al óleo conocida como «El Calvario de La Rioja«, atribuida al gran Miguel Ángel. Este cuadro, originalmente pintado para su amiga Vittoria Colonna, se encuentra en el deambulatorio, justo detrás del retablo mayor.

5. Casco Antiguo (Calle Caballerías, Herrerías, Marqués de San Nicolás y Ruavieja)

Después de visitar la concatedral, puedes salir de la Plaza del Mercado por la calle Caballerías, que te conducirá hasta la Iglesia de San Bartolomé, un precioso templo gótico y el más antiguo que puedes encontrar en Logroño.

Recorre la calle Herrerías y la calle del Marqués de San Nicolás hasta llegar a la Calle Ruavieja, una pintoresca vía adoquinada que forma parte del Camino de Santiago. Esta calle es famosa por los calados, antiguas bodegas de vino ubicadas en las plantas bajas de las casas. Entre los más destacados se encuentra el calado de San Gregorio, del siglo XVI, con una impresionante longitud de 30 metros y una bóveda de cañón, y el calado del antiguo palacio de los Yanguas, actualmente sede del Centro de la Cultura de La Rioja.

Como curiosidad, en 1583 se estableció una ordenanza municipal que prohibía el paso de carruajes herrados por la Ruavieja para no alterar el descanso de los vinos almacenados en los calados. 

6. Iglesia Imperial de Santa María de Palacio

Otra visita imprescindible en Logroño se encuentra también en la calle Marqués de San Nicolás: la Iglesia Imperial de Santa María de Palacio. Sus orígenes se remontan a los siglos XII y XIII, lo que la convierte en uno de los templos más antiguos de la ciudad. Su característica aguja octogonal es uno de los elementos más distintivos del horizonte de Logroño, marcando su silueta de forma única.

7. Iglesia de Santiago el Real y Plaza de Santiago

La Iglesia de Santiago es una parada obligatoria para todo peregrino, ya que Logroño está profundamente vinculada al Camino de Santiago. En su interior podrás descubrir la cripta de los condenados, la capilla de Santa Elena, el imponente Retablo Mayor y la Virgen de la Esperanza, patrona de la ciudad.

Este templo jugó un papel clave durante el asedio de 1521, cuando los habitantes de Logroño se refugiaron entre sus muros para protegerse. 

Muy cerca de la iglesia se encuentra la Plaza de Santiago, conocida también como Plaza de la Oca. Su diseño en el suelo representa una alegoría del Camino de Santiago Francés, mostrando algunas de las paradas más emblemáticas de la ruta jacobea, como si fuera un gran «juego de la oca».

8. Puente de Piedra

Uno de los lugares imprescindibles que ver en Logroño es el Puente de Piedra o Puente de San Juan de Ortega, un símbolo de la ciudad que cruza el río Ebro. Con 198 metros de longitud, es uno de los cuatro puentes de Logroño y forma parte del recorrido del Camino de Santiago, marcando la entrada de los peregrinos a la ciudad.

El puente actual, construido a finales del siglo XIX, reemplaza al original, que data del siglo XII y se derrumbó con el paso de los años. Esta estructura no solo es importante por su historia, sino también porque aparece en el escudo de Logroño, donde se muestra el puente sobre el Ebro flanqueado por las tres torres de defensa. Además, recibe el nombre de Puente de San Juan de Ortega, en honor a la capilla que se encontraba en su margen izquierdo, dedicada al santo que, según la tradición, construyó el puente original.

9. Parque del Ebro

Después de cruzar nuevamente el Puente de Piedra, puedes disfrutar de un paseo tranquilo por el Paseo de la Florida, que sigue el curso del río Ebro y conecta el Parque de la Ribera con el Parque del Ebro. Este último es el pulmón verde del centro de Logroño, con una amplia zona arbolada. Además, cuenta con varios puntos de interés como la Pasarela y la Puerta del Ebro, el Frontón del Revellín, la Chimenea de ladrillo y los Molinos.

10. Puente de Hierro

Si continúas tu recorrido, puedes volver al centro de la ciudad cruzando el Ebro por el Puente de Hierro, construido en 1881 por la compañía Maquinista Terrestre y Marítima de Barcelona. Este puente, que se abrió al público en diciembre de 1882, es otro de los lugares que ver en Logroño. Aunque estuvo operativo desde su apertura, su construcción se completó definitivamente a mediados del año siguiente.

11. Paseo del Espolón

Cerca del centro histórico y fácilmente accesible tras cruzar el Puente de Hierro, se encuentra el Paseo del Espolón, también conocido como Paseo del Príncipe de Vergara. Es uno de los lugares más emblemáticos de Logroño, ideal para disfrutar de un agradable paseo rodeado de jardines y fuentes.

No dejes de explorar el parque del Espolón, que data de principios del siglo XIX y originalmente recibía este nombre debido a su ubicación fuera de las murallas de la ciudad. Además de su belleza natural, el parque tiene un importante valor histórico, ya que rinde homenaje al general Espartero, cuya figura está representada en la estatua ecuestre que lo preside. 

Espartero, que estuvo casado con Jacinta Martínez de Sicilia, una logroñesa muy querida, dejó un legado duradero en la ciudad, que junto a su esposa, residió después de su retiro político en lo que hoy es el Museo de La Rioja, en la Plaza San Agustín.

Otro de los puntos destacados del parque es la Concha del Espolón, un auditorio al aire libre que alberga conciertos y espectáculos a lo largo de todo el año. Si te interesa conocer la tradición vinícola de La Rioja, no puedes perderte la emblemática ofrenda del primer mosto del año a la Virgen, que tiene lugar en este mismo escenario durante las fiestas de San Mateo, cada mes de septiembre.

12. Ayuntamientos de Logroño

Logroño cuenta con dos edificios que sirven como sede del Ayuntamiento: el Antiguo Ayuntamiento y el Nuevo Ayuntamiento.

• Antiguo Ayuntamiento: Este edificio estuvo ubicado en el palacete Los Chapiteles, un edificio del siglo XVI que funcionó como Casa Consistorial durante 115 años, hasta 1980. Hoy, el palacete es un lugar de interés histórico y cultural, donde se pueden disfrutar exposiciones y eventos.
• Nuevo Ayuntamiento: Inaugurado en 1980, este moderno edificio fue proyectado por el renombrado arquitecto español Rafael Moneo y revestido con piedra arenisca de Salamanca. Su arquitectura neoclásica, con una imponente fachada y una torre con reloj, hace de este edificio uno de los símbolos más representativos de Logroño. Es la sede administrativa actual del gobierno local, y además alberga actividades culturales y eventos oficiales.

Ambos edificios, el antiguo y el nuevo, son importantes puntos de interés en Logroño, cada uno representando una época distinta en la historia de la ciudad.

13. Calle Laurel

A pocos minutos a pie del Paseo del Espolón, la Calle Laurel te invita a disfrutar de una de las mejores experiencias gastronómicas de Logroño, famosa por sus tapas y pinchos. Conocida como «la senda de los elefantes», esta calle estrecha y vibrante alberga más de 60 bares, lo que la convierte en un lugar ideal para probar una variedad de sabores mientras te tomas un vino o una cerveza, ¡ojo con no salir trompa!

Al principio de la Calle Laurel, también se encuentra el Mercado de San Blas, un lugar ideal para comprar productos típicos de la región.

Como dato curioso sobre el nombre de esta calle: en tiempos pasados, las mujeres que trabajaban en la prostitución vivían aquí, y para que los clientes supieran quién estaba disponible, colgaban una rama de laurel en sus balcones. Durante épocas de crisis, la calle estaba llena de ramas de laurel, lo que finalmente dio origen a su nombre.

14. Café Moderno

A tan solo unos pasos de la Plaza de Santiago y la Calle Laurel, se encuentra uno de los lugares más representativos de Logroño: el Café Moderno, ubicado en la calle Francisco Martínez Zaporta. Fundado en 1916, este negocio familiar ha acogido a numerosos artistas a lo largo de varias generaciones.

Es especialmente conocido por sus famosos bocadillos de calamares, aunque no pudimos verificar si son sin gluten debido a que estaba cerrado cuando lo visitamos. Además, el Café Moderno tiene su propio himno, «Fibra de pájaro«, compuesto por Daniel Bravo, que suena cada viernes y sábado por la noche, creando una atmósfera única y especial.

15. Visitar una bodega

¿Eres un amante del vino como nosotros en Glutendtrotters? Entonces, nuestra última recomendación es, sin lugar a dudas, visitar alguna de las bodegas de la región. Allí podrás conocer los procesos de elaboración del vino y, por supuesto, llevarte una botella de La Rioja como recuerdo de tu viaje. ¡Un regalo perfecto para disfrutar de la calidad de los caldos riojanos!

Dónde comer sin gluten en Logroño

Logroño no solo es conocida por su tradición vinícola, sino también por su excelente gastronomía, ¡y eso incluye opciones para quienes seguimos una dieta sin gluten! Aquí te compartimos algunos de los mejores lugares para disfrutar de comida deliciosa en la capital riojana:

Emociones en Boca

Ubicado en el corazón de la ciudad, este restaurante sorprende con platos cuidadosamente elaborados y opciones sin gluten que no sacrifican el sabor. Un lugar ideal para quienes buscan una experiencia culinaria diferente y de calidad.

Taberna de Baco

Situada a un paso de la Calle Laurel, este acogedor lugar, con una atención incomparable, combina la cocina tradicional riojana con alternativas sin gluten. Es una opción excelente para disfrutar de un buen vino acompañado de un delicioso tapeo.

Blanco y Negro

A pocos metros de la Plaza del Mercado, este bar es famoso por su pincho estrella, el “Matrimonio”: una bocatita de anchoa y pimiento, que también puedes disfrutar sin gluten. Además, ofrecen otras opciones de bocatitas y cerveza sin gluten.

Bar Jubera

En pleno casco antiguo, este bar es ideal para los amantes de las tapas clásicas. Sus patatas bravas, que también están disponibles en versión sin gluten, son una auténtica delicia, perfectas para acompañar con una cerveza sin gluten.

Crepecatessen

Situado cerca de la Plaza de San Agustín, este rincón dulce y salado es un paraíso para los celíacos. Su menú incluye crepes elaborados sin gluten, tanto en opciones dulces como saladas, ideales para un desayuno, merienda o comida rápida. Website

Dónde dormir en Logroño

No pudimos resistirnos a los encantos del Silken Villa de Laguardia para hospedarnos durante nuestro fin de semana. Aunque no está en el centro de Logroño, las instalaciones y la atención al cliente hacen que valga la pena para disfrutar de una estancia realmente placentera. El hotel cuenta con un spa y una piscina exterior rodeada de jardines, así como una zona de recreo infantil. Para poner el broche final a la jornada, qué mejor que saborear una deliciosa cena sin gluten en la terraza del restaurante. Y si quieres aprovechar al máximo tu visita, no dudes en explorar Laguardia, que se encuentra a pocos pasos de este maravilloso alojamiento.

Si prefieres alojarte en el centro histórico de Logroño alguno de los hoteles más recomendados son el Sercotel Calle Mayor o el Eurostars Fuerte Ruavieja.

Dónde aparcar en Logroño

Después de explorar Logroño, descubrimos que hay un aparcamiento gratuito justo al lado de la Muralla del Revellín, que es nuestro punto de partida en esta guía. Sin embargo, en nuestro caso, optamos por estacionar en un aparcamiento subterráneo en el Paseo del Príncipe Vergara, al que accedimos fácilmente y que se encuentra a poca distancia de los principales lugares de interés de la ciudad.

¿Listo para descubrir Logroño?

No te quedes solo con la idea de visitar una ciudad; vive una experiencia completa en la cuna de los vinos de La Rioja. Planifica tu escapada ahora y deja que el encanto de Logroño, su deliciosa gastronomía sin gluten y su vibrante historia te conquisten.

Si esta guía te ha inspirado, comparte tus experiencias con nosotros. ¿Qué fue lo que más te sorprendió de Logroño? Déjanos un comentario o compártelo en redes sociales. ¡Tu próxima aventura, Glutendtrotters, comienza aquí! 

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* La foto de portada pertenece a Canva